Y llegaron los demás

Al final hoy he conseguido sacar un ratillo para escribir y continuar con las historia.

Nos quedamos en que mi madre y Nuria se habían ido al desierto de Atacama. Ariel yo pasamos un par de días de respiro para seguir con los preparativos, pero poco iba a durar. El viernes a mí me empezó a entrar la crisis de "queda una semana" y no era capaz de hacer nada a derechas. Todavía un montón de cosas por hacer y la cabeza cada vez me daba pa menos.

En este contexto, el sábado 19 llegó mi hermano, que para no parecer menos cabrón que mi madre decidió llegar también en el vuelo de las 7:50 de la mañana, jejeje. Le enseñamos un poquillo la ciudad, y después de algunos roces fruto del nerviosismo de ambos el sábado dio paso al domingo. No tengo fotos de ese día porque a Dani se le olvidó la cámara en casa.

Así que el domingo llegaron Nani y Jorge ¿y a que no adivináis a que hora? Pues sí, pues sí, ¡en el de las 7:50! Malditoooooooooos, jajaja. Pero esta vez Ariel y yo fuimos más listos y les enviamos a un taxista amigo (el 13) a recogerlos.

Estas son algunas fotillos del reencuentro: en nuestra casa y tomando un mote con huesillo:



Lo del mote con huesillo fue toda una azaña, porque solo se vende en verano, y el puesto se recicló para vender sopaipillas solo unos días después.

Después de almorzar "cogimos" el metro y alquilamos un "auto" para irnos a Valparaíso y Viña del Mar:



Y nuestras andanzas por Valparaíso y Viña las dejo ya para el próximo post y la próxima semana, que no es cuestión de aburrir al personal.

See you!